Si, este es el bendito balance (debe y haber?) del año 2009. A este balance, el cual no creo que lea nadie, lo voy a titular: EL PEOR AÑO DE MI VIDA... Si, el peor, me pasó de todo absolutamente... Excepto tener un hijo y ganar la lotería, me pasó TODO. Saben cómo soy. Ciclotímica. En mi forma de ver las cosas también soy así. Y dramática. Este año empezó mal, y lo que empieza mal, termina mal. Pasé un mes en el hospital con mi papá internado, yendo y viniendo, viviendo en el dpto, preparando la comida de mamá para llevarle… muy rutinario y agradable en cierta forma, porque todo iba bien… la flia unida, cero Internet, puro aire libre (algo… considerando que era verano en una ciudad inmensa y pasaba las tardes adentro de un hospital) con mucha fe encima, eso sí, esa fe que se te derrumba de un instante al otro, que no te esperás ni en sueños y no sabés qué hacer… Febrero fue igual, o quizás peor… Mi papá se fue muy en paz ese martes 24 y nos dejó a todos como papelitos mojados: deshechos… No sé muy bien cuándo fue exactamente, pero aprendí que me puedo recuperar de los peores golpes. Eso es bueno y me enorgullece… Fui fuerte cuando debía… Que las secuelas que tuve al soportar tanto dolor, me sirven para darme cuenta que esa persona que se fue, sigue estando. Y para sentirme VIVA. Es difícil perder a tu papá y tu mejor amigo al mismo tiempo en la misma persona. Eso no se reemplaza. Aprendí mucho, también a estar en paz. Los meses siguientes fueron muy difíciles sinceramente, tener que aparentar estar bien, por más que el médico dijera que tenía que hacer el duelo correspondiente, el stress post traumático me estaba matando y tenía que disimular ser normalita porque la sociedad así me lo exigía. Tenía que bancarme unos dolores de estómago tan intensos que pensaba que me moría, las semanas enteras descompuesta, sin poder levantarme, meses sin comer, que se me cierre el estómago, que me dijeran anoréxica... las visitas al doc, que es un ángel, que se bancaba que le llorara en el consultorio, que me daba más que recetas y remedios, consejos, y de los mejores… Tenía que lidiar con las personas día a día, diciéndoles “la verdad que no me siento muy bien como para salir a empedarme” e igual no me entendían. Creo que casi nadie entendió lo que estaba pasando, pero nunca los culpé por no saber cómo tratarme (igual que siempre, pero no lo hacían). No tienen por qué saber qué se siente. Algunos me tenían miedo cuando me veían, no sé si pensaban que iba a ponerme a llorar o algo jajaja, otros ni me hablaban, por la misma razón, supongo, otros me miraban y hablaban medio cuidándose con lo que fueran a decir, otros por suerte, no cambiaron y me siguieron tratando igual. Me la pasé de reunión en reunión con mis futuros jefes, cafecitos de por medio, pero con nada concreto. Y así me banqué muchas cosas que no sé si merecía… o de la forma en que me las decían: “hacé algo” “estás todo el día encerrada” “dejá de estar al pedo” eran las frases que más escuchaba. No era fácil. Pasó. Seguí adelante. Las cosas se fueron tranquilizando un poco, volví a mi 2do hogar, el host, empecé a diseñar, volví a ver a gente que no veía, siempre con ese agujero en el pecho (y en el estómago), pero tratando de seguir adelante. Y así fue pasando el año, los días, los meses… con lo difícil que es levantarme cada mañana, lo hago, lo sigo haciendo… sé que tengo mucha gente que me quiere, pero que me quiere en serio… que está y estuvo conmigo en cada momento, que no le importa lo deforme, lo loca de mierda, lo histérica, pelotuda, desastrosa, enferma, boluda, cabeza dura, ciclotímica que sea, siempre están. Siempre. Y está esa persona especial a la que le tengo demasiado amor, y a veces me nubla el juicio, que está, siempre está, pero porque yo quiero que esté, porque me hace bien, demasiado bien, y también me hace mal, demasiado mal. Es algo necesario. Porque me da vueltas el mundo, porque me pide que nunca lo deje, aunque me deje de hablar, y ni me salude en mi cumpleaños. Porque me hace reír, me hace cosquillas, me hace feliz. Porque me hace pelear con gente que no vale la pena. Porque no es nada mío, pero es todo para mi, y no se lo merece, o quizás si. Porque yo para él no significo ni la centésima parte de lo que significa él para mi. Porque me hace llorar mientras escribo esto. Porque es mi sol y no debería serlo… Pero sigue estando ahí. Siempre ahí. Y seguirá estando. Al menos por ahora… A pesar de que el año fue de lo peor, creo que aprendí mucho mucho. Creo que crecí un siglo y en serio ahora tengo 106 años., aunque no aparente ni 21 de los 27 que tengo. Porque a pesar de todo, tengo mil proyectos. Y muchas ganas. Por más que me bajonee, por más que me boludeen, por más que me deje boludear, por más que sea una anormal de mierda, por más que sea dramática y drástica, y a veces sea negativa y vaya en contra de mi naturaleza, tengo ganas de vivir esta linda vida nueva.Empezando en 2010… hasta cuando sea posible…
Gracias a los que me iluminaron este año, espero sigan haciéndolo el que viene, y el siguiente… y el otro… Amen, rían, lloren, vuelen, nunca odien, perdonen, pidan perdón, arrepiéntanse y disfruten de lo que tienen…
Mucha paz. Mucho amor. Marulain…. :) ~





